Tener un huerto no significa plantar a tu antojo, sino que hay que pensar muy bien la distribución de las diferentes hortalizas; si lo haces bien, estas se desarrollarán mejor y tú te podrás mover con más comodidad por el huerto. Antes de empezar.
Elige una zona que reciba sol la mayor parte del día; evita las sombras de los edificios y, si en la parcela hay árboles cercanos, poda aquellas ramas que hagan sombra.
Es muy útil hacer un esquema del huerto indicando las medidas del terreno, qué vegetales vas a cultivar y dónde los piensas plantar. Sobre el plano puedes prevenir muchos errores.
CREAR UNA HUERTA
Los beneficios que puede tener una huerta...
te encantará saberlo...
Una huerta indudablemente embellece los espacios con sus colores y aromas, da alegría a nuestro hogar y jardín infantil.
Una huerta da paz y armonía en nuestro hogar, pues el verde de las plantas entregará oxígeno y esa tranquilidad emanada por la naturaleza.
La huerta nos aleja del estrés de la ciudad, nos acerca a la naturaleza, transporta a la niñez y conecta con nuestra propia naturaleza.
Con una huerta podremos tener alimentos saludables en nuestro hogar, al alcance de nuestras manos! cada día. ayudándonos a mantener una dieta saludable, y mantenernos sanos.
Una huerta bien llevada, nos auto abastecerá de alimentos sanos, sin químicos, disminuyendo los consumos habituales de ciertas verduras.
La huerta es educación para nuestros hijos, no tiene precio el contacto con las semillas, las plantas y el alimento recién cortado de la mata. Es despertarles el amor por la naturaleza y sus seres vivos.
La huerta es educar a la familia, unirla y realizar una actividad en conjunto. Es aprender de donde sale nuestro alimento y producirlo de forma saludable.
La huerta es compañía para quien siente soledad, las plantas necesitan de nuestro cuidado y si le damos de nuestra atención y amor, nos entregarán todo que tienen.
La huerta, sin importar el tamaño que tenga, cambiará nuestra visión del alimento, de las temporadas y los ciclos naturales y nos sumerge en un estilo de vida diferente.
La huerta es sentido de responsabilidad planetaria...
Diferentes temáticas para la lectura o trabajo con padres Sea ejemplo no sólo en el hablar sino también en el actuar
Tal vez usted no tenga todo, pero usted es TODO lo que su hijo necesita
El mejor regalo de un padre a sus hijos es un poco de tiempo cada día
Para los padres y educadores
Desarrollar los elementos o áreas de la psicomotricidad, mediante actividades que permitan el movimiento, el equilibrio corporal, los movimientos cada vez más finos y coordinados del cuerpo...
permitir que el niño conozca su propio cuerpo, las partes de éste, que sea consciente de que puede controlar sus movimientos...
Brindar actividades que desarrollen su orientación espacial, por ejemplo: dirigirlo hacia una meta y colocar obstáculos en el camino...
Realizar ejercicios de equilibrio: balanceo, desplazarse sobre un camino estrecho...
Proporcionar juegos y materiales adecuados para el desarrollo del niño...
Fomentar la interacción con otros niños y con su entorno...
Toda actividad o juego se debe dar en un ambiente de afecto, alegría y confianza,esto desarrollará la seguridad y autoestima de niño...
Magia para los niños pequeños y padres (Construyendo la Autoestima)
Apoyo Didáctica en Valores
¿Qué debe saber un niño de 4 años? Reflexión
"Hace poco, en un foro sobre la educación de los hijos, leí una entrada de
una madre preocupada porque sus hijos, de cuatro años y año y medio, no sabían
lo suficiente. "¿Qué debe saber un niño de cuatro años?", preguntaba.
Las respuestas que leí no solo me entristecieron sino que me irritaron. Una
madre indicaba una lista de todas las cosas que sabía su hijo. Contar hasta
100, los planetas, escribir su nombre y apellido, y así sucesivamente. Otras
presumían de que sus hijos sabían muchas más cosas, incluso los de tres años.
Algunas incluían enlaces a páginas con listas de lo que debe saber un niño a
cada edad. Solo unas pocas decían que cada niño se desarrolla a su propio ritmo
y que no hay que preocuparse.
Me molestó mucho que la respuesta de esas mujeres a una madre angustiada fuera
añadirle más preocupación, con listas de todo lo que sabían hacer sus hijos y
los de ella no. Somos una cultura tan competitiva que hasta nuestros niños en
edad preescolar se han convertido en trofeos de los que presumir. La infancia
no debe ser una carrera.
Por todo ello, he decidido proponer mi lista de lo que debe saber un niño (o
una niña) de cuatro años:
1.Debe saber que lo quieren por completo, incondicionalmente y en todo momento.
2.Debe saber que está a salvo y además cómo mantenerse a salvo en lugares
públicos, con otra gente y en distintas situaciones. Debe saber que tiene que
fiarse de su instinto cuando conozca a alguien y que nunca tiene que hacer algo
que no le parezca apropiado, se lo pida quien se lo pida. Debe conocer sus
derechos y que su familia siempre lo va a apoyar.
3.Debe saber reír y utilizar su imaginación. Debe saber que nunca pasa nada por
pintar el cielo de color naranja o dibujar gatos con seis patas.
4.Debe saber lo que le gusta y tener la seguridad de que se le va a dejar
dedicarse a ello. Si no le apetece nada aprender los números, sus padres tienen
que darse cuenta de que ya los aprenderá, casi sin querer, y dejar que en
cambio se dedique a las naves espaciales, los dinosaurios, a dibujar o a jugar
en el barro.
5.Debe saber que el mundo es mágico y él también. Debe saber que es fantástico,
listo, creativo, compasivo y maravilloso. Debe saber que pasar el día al aire
libre haciendo collares de flores, pasteles de barro y casitas de cuentos de
hadas es tan importante como aprender los números. Mejor dicho, mucho más.
Pero más importante es lo que deben saber los padres:
1.Que cada niño aprende a andar, hablar, leer y hacer cálculos a su propio
ritmo, y que eso no influye en absoluto en cómo de bien ande, hable, lea o haga
cálculos después.
2.Que el factor que más influye en el buen rendimiento académico y las buenas
notas en el futuro no son los manuales, ni las guarderías elegantes, ni los
juguetes caros, sino que mamá o papá dediquen un rato cada día o cada noche (o
ambos) a compartir momentos de juego, lectura, dibujos y risas con sus hijos.
3.Que ser el niño más listo o más estudioso de la clase nunca ha significado
ser el más feliz. Estamos tan obsesionados por tratar de dar a nuestros hijos
todas las "ventajas" que lo que les estamos dando son unas vidas tan
pluriempleadas y llenas de tensión como las nuestras. Una de las mejores cosas
que podemos ofrecer a nuestros hijos es una niñez sencilla y despreocupada.
4.Que nuestros niños merecen vivir rodeados de libros, naturaleza, utensilios
artísticos y, lo más importante, libertad para explorarlos. La mayoría de
nosotros podríamos deshacernos del 90% de los juguetes de nuestros hijos y no
los echarían de menos, pero algunos son importantes: juguetes creativos como
los LEGO y los de encastre, una buena cantidad de témperas y plastilinas, los
instrumentos musicales, los disfraces, y libros y más libros. Necesitan
libertad para explorar con estas y otras cosas, amasar pan y ponerlo todo
perdido, usar pintura, plastilina y purpurina en la mesa de la cocina mientras
hacemos la cena aunque lo salpiquen todo, tener un rincón en el jardín en que
puedan arrancar la hierba y hacer un cajón de barro.
5.Que nuestros hijos necesitan tenernos más. Hemos aprendido tan bien eso de
que necesitamos cuidar de nosotros mismos que algunos lo usamos como excusa
para que otros cuiden de nuestros hijos. Claro que todos necesitamos tiempo
para un baño tranquilo, ver a los amigos, un rato para despejar la cabeza y, de
vez en cuando, algo de vida aparte de los hijos. Pero vivimos en una época en
la que las revistas para padres recomiendan que tratemos de dedicar 10 minutos
diarios a cada hijo y prever un sábado al mes dedicado a la familia. ¡Qué
horror! Nuestros hijos necesitan la Nintendo, los ordenadores, las actividades
extraescolares, las clases de ballet, fútbol e inglés mucho menos de lo que nos
necesitan a NOSOTROS. Necesitan a unos padres que se sienten a escuchar su
relato de lo que han hecho durante el día, unas madres que se sienten a hacer
manualidades con ellos, padres y madres que les lean cuentos y hagan tonterías
con ellos. Necesitan que demos paseos con ellos en las noches de primavera sin
importarnos que el pequeñajo vaya a 150 metros por hora. Tienen derecho a
ayudarnos a hacer la cena aunque tardemos el doble y trabajemos el doble.
Tienen derecho a saber que para nosotros son una prioridad y que nos encanta
verdaderamente estar con ellos".
Muchas personas desconocen que existe la opción de educar en casa. Esta es una pequeña información
"El homeschoolong consiste, fundamentalmente en hacerse cargo de forma integral de la educación de los hijos, en no delegar esta importantes función en terceros"
"Que la escuela no educa es un hecho. Por supuesto, la educación que pretende ofrecer el sistema educativo es sólo intelectual, académica, y obvia por completo la educación a nivel emocional, espiritual, social e incluso físico.Éste es uno de los motivos por los que algunas familias no contemplan a la escuela como una opción válida para sus hijos"
"Educando en casa no hay un timbre que marque el ritmo de estudio. Uno no tiene por qué dejar una actividad con la que está disfrutando, en la que está concentrado, sólo porque se haya terminado la hora dedicada a esa materia. De hecho, ni siquiera hay materias en el sentido de asignaturas escolares. ¡EL MUNDO NO ESTÁ DIVIDIDO EN ASIGNATURAS!. Las familias que educan en casa son religiosos, vegetarianos, que paran en casa, que no castigan, etc. También hay niños que son criados con apego por sus familias y que no consiguen acostumbrarse al tipo de disciplina de la escuela; estos niños no comprenden por qué existen determinadas normas (como que sólo puedan beber agua a la hora del recreo, por ejemplo) o no comprender con qué autoridad el profesor puede imponerles un castigo si sus propios padres no los han castigado jamás (no porque les dejen hacer lo que quieran, sino porque utilizan otros métodos de disciplina positiva). En general SON NIÑOS LIBRES A LOS QUE EL SISTEMA NO CONSIGUE DOBLEGAR"
Lejos de educarse en una burbuja, se educan en el mundo. LA ESCUELA ES UNA PEQUEÑÍSIMA PARTE DE LA REALIDAD SOCIAL. Los niños que van a la escuela, supuestamente, se están preparando para el futuro.